Ubicados en la costa norte y sur, respectivamente, estas ciudades ofrecen belleza natural, numerosas actividades de aventura y un contacto cercano con la cultura local
Con hermosas montañas, playas, lagos, numerosas actividades para hacer e importantes desarrollos hoteleros, Miches y Baní se consolidan como dos destinos turísticos emergentes de excelencia en República Dominicana, sorprendiendo a los viajeros con un nuevo mundo por descubrir más allá de los destinos ya consolidados.
“La industria turística dominicana continúa en permanente evolución, con interesantes nuevos destinos poco explorados que están listos para mostrar sus encantos y atraer a viajeros de todo el mundo”, afirma Magaly Toribio, asesora de Marketing del Ministerio de Turismo de República Dominicana (MITUR). “Miches y Baní son ejemplos de destinos cuya actividad y crecimiento responden a su alto y atractivo potencial turístico, los cuales han sido complementados por significativas inversiones realizadas en materia de infraestructura y carreteras”.
Llamada “el paraíso del Este”, Miches es una bellísima ciudad ubicada en la costa sur de la Bahía de Samaná, frente al Océano Atlántico, en la provincia de El Seibo. A menos de una hora en automóvil desde el Aeropuerto Internacional de Punta Cana por una moderna carretera, este destino deslumbra a los visitantes con numerosos atractivos naturales.
La aventura está asegurada en Miches. Visitar la Montaña Redonda, desde cuya cima se puede contemplar una espectacular vista de 360 grados al océano, la ciudad, lagunas y montañas, es una experiencia inolvidable. Ya en la cima, un columpio ubicado justo al borde de la verde colina invita a agregar una cuota más de adrenalina al paseo.
Otra excursión recomendable es el Parque Nacional Salto de la Jalda, de 120 metros de altura, considerado el más alto del Caribe. El recorrido hasta llegar allí toma unas horas, pero la recompensa es disfrutar de un imponente paisaje entre montañas en medio de una exuberante vegetación. La Laguna Limón, de agua dulce, y la Laguna Redonda, de agua salada, son reservas científicas inigualables por su biodiversidad, flora y fauna, y a las que se puede acceder en bote. Es un paseo ideal para los amantes de la naturaleza y la observación de los animales.
Las maravillosas playas son otro atractivo de Miches. Con su arena blanca, agua turquesa y un fabuloso arrecife, Playa Esmeralda es perfecta para bucear, practicar snorkel, optar por un paseo en kayak o simplemente tomar sol. Rodeada de cocoteros, la hermosa Playa Limón, a 20 kilómetros de Miches, es ideal para relajarse o bien disfrutar de una de las cabalgatas que se organizan, contemplando el atardecer.
Además de ser una zona de pesca, la próspera comunidad de Miches cultiva todo tipo de frutas y verduras, por lo cual es el destino indicado para saborear la deliciosa gastronomía local y especialidades preparadas en base a plátanos, cocos, papayas y mangos.
Moviéndonos al sudoeste del país, a tan sólo 65 kilómetros de Santo Domingo, Baní es otro de los destinos emergentes imperdibles de República Dominicana. Conocida como “la capital del sur”, esta ciudad, la más importante de la provincia de Peravia, atrae a los visitantes con una belleza natural exótica y maravillosa.
El paisaje más impresionante de este destino lo constituyen las Dunas de las Calderas, mejor conocidas como las Dunas de Baní, un monumento natural situada en el pueblo de Las Calderas, en las afueras del pueblo de Baní. Las enormes dunas de arena, con un ancho de hasta 15 kilómetros y una altura de 35 metros, cactus y arbustos de distinto tipo se alzan como un verdadero desierto en pleno Caribe. Pero hay más: al llegar a la cima de las dunas, el paisaje se transforma y deslumbra con Playa Salinas. Con sus aguas azul marino, grandes olas y un viento pronunciado, esta playa es ideal para practicar windsurf y kitesurf.
Baní es un destino fabuloso para vivir una de las fiestas más populares de la cultura dominicana: el carnaval. Durante el Carnaval Regional Banilejo, que este año se celebra el domingo 28 de abril, la ciudad se transforma en un verdadero escenario a cielo abierto, con comparsas de los diferentes pueblos del sur del país y del exterior que participan de este colorido evento cultural que reúne a miles de personas para disfrutar de los personajes Roba la Gallina, Los Diablos Vacases y Las Ciguapas, entre otros.
Un tour por las afamadas salinas de Baní, antes de llegar al corazón de la ciudad, ofrece la posibilidad de recorrer las inmensas explanadas cubiertas de montañas de sal y conocer cómo se fabrica la sal marina que luego se comercializa y exporta.