Al servir la cerveza en un vaso se posibilita ver, oler y probar el sabor de esta bebida. Existen distintos tipos de vasos, jarros y copas cerveceras que varían según la variedad y el origen de la cerveza. Bien sea un vaso de pinta inglés, un jarro alemán o una copa belga, lo importante es lo que va por dentro: la cerveza. Estos vasos con su delicioso contenido esperan a los asistentes a la séptima edición de Expocervezas que se realizará del 20 al 23 de octubre en el Centro Comercial Unicentro de Bogotá.
Al entrar en cualquier tienda vemos a un grupo de personas tomando cervezas con botellas o latas sobre la mesa. “No se debe tomar cerveza en botella o lata, todos lo hemos hecho, pero para experimentarla y catarla con propiedad, se debe hacer en vaso, jarro o copa”, explica Tomás Delfino, cicerón certificado y asesor experto de Expocervezas.
La razón de beber en vaso, jarro o copa de vidrio transparente es porque se posibilita observar los colores y matices de la cerveza, mirar la espuma, oler los aromas y probar los sabores. Todos estos factores sensoriales se pueden apreciar en un vaso, no en una botella o en una lata.
Ya teniendo cerveza y vaso, jarro o copa de vidrio a mano, la siguiente pregunta es ¿cuál tipo de vaso es el indicado? “Cualquiera sirve, pero si hablamos técnicamente, hay uno para cada estilo de cerveza”, señala el experto. Cada vaso cervecero fue creado dentro de una tradición cultural específica en Alemania, Bélgica o Inglaterra con el objetivo de mejorar la experiencia al beber un tipo de cerveza determinada.
Estos son algunos de los vasos cerveceros más populares del mundo:
• Weizen. Es largo y con una curvatura en la parte superior y es el utilizado en Alemania para beber las cervezas de trigo (Weizen) originarias de la región de Baviera, al sur del país europeo.
• Copas Cáliz. Se conocen también como copas Goblet, Chalice o Trappist y se usan para tomar las cervezas belgas. Su forma remite a un cáliz de una misa católica y no es casualidad, pues en las abadías y conventos de Bélgica fue donde se crearon las cervezas belgas que en 2016 fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
• Pinta inglés. Al visitar un pub en Inglaterra se pueden ver estos vasos de una pinta que equivale a 20 onzas (568 mililitros). Esta medida fue fijada por el Parlamento inglés en 1824. En estos vasos se sirven cervezas tipo Stout o Porter. Existen también los vasos de pinta de Estados Unidos que contienen 16 onzas (473 mililitros).
• Son uno de los vasos cerveceros más populares del mundo. Los hay en diferentes tamaños y con su asa evitan que la bebida se caliente con el contacto de la mano. Son ideales para las cervezas alemanas estilo lager como las que se sirven en el famoso Oktoberfest en Múnich. En estas fiestas bávaras también se ven los Stein, jarras de gres con una tapa, tapa que antiguamente se usaba para evitar que insectos cayeran en la bebida durante el verano. Los Stein hoy son objetos decorativos.
• Pilsner. Tiene forma de reloj de arena y se usa para cervezas rubias ligeras tipo Lager y Pilsen. Llevan este nombre por una ciudad de la República Checa donde en tiempos del Imperio Austrohúngaro, y concretamente en 1842, se creó un tipo de cerveza Lager, la Pilsner Urquel (marca que aún existe) que se volvió un modelo de referencia para cervezas de todo el mundo.
¿Cómo se sirve la cerveza?
Se debe colocar el vaso en 45 grados y servir con cuidado. Una vez que se llenan las tres cuartas partes, se para el vaso para que quede la espuma. “En Colombia siempre dicen que hay que inclinar el vaso para que no salga espuma como si la espuma fuese un “enemigo” de la cerveza, y no es así. La espuma libera el CO2 de la cerveza y evita la sensación de llenura para quien toma la bebida. Además, la espuma es visualmente estética y preserva los sabores y olores de la cerveza al formar una capa protectora”, concluye Tomás Delfino, cicerón certificado y asesor experto de Expocervezas.