La promoción turística en redes sociales se ha incrementado, tanto así que se ha formado el turismo aesthetic.
Gracias a las redes sociales la manera de descubrir nuevos lugares del mundo y de compartir con miles de personas tips, experiencias y destinos poco conocidos ha incrementado el interés de viajar en la Generación Z. Sin embargo, también han inspirado la creación del turismo aesthetic, que su traducción literal es ‘estética’ haciendo referencia a algo que nos produce placer a la vista, aquello que luzca bien, aún si abarca muchos detalles o no.
Gracias a los creadores de contenido que muestran sus outfits, comidas, paisajes, hoteles, centros de diversión y experiencias de sus vacaciones, han levantado el interés de varias personas en seguir este patrón estético en sus viajes. De acuerdo con la revista Vogue, la Generación Z está recurriendo a tableros, colecciones de recuerdos como en la plataforma de Pinterest, en buscar imágenes de distintos lugares para llenarse de inspiración en sus próximos viajes.
¿Cómo es planear un viaje aesthetic?
Las redes sociales han dejado muy en claro un mundo completamente estético, y basados en los viajes, muchos se imaginan un paisaje digno de una foto de National Geographic durante su visita a ese destino soñado. Sin embargo, ninguna de estas escenas se pueden apreciar en la realidad, pues son fantasías o composiciones únicas y aesthetic de un país o ciudad que a lo largo de los años, la televisión, el cine, las revistas de viaje y ahora las redes sociales están inculcando.
Si comparamos todo este concepto en redes sociales los resultados son los siguientes: en TikTok el #travelaesthetic cuenta con más de 66 millones de visitas, #londonaesthethic cuenta con 47 millones y #japanaesthetic tiene 91 millones de vistas. Además, en las búsquedas de algunos destinos podrás ver videos con paisajes o experiencias perfectas, pero en realidad no siempre suele ser así.
Otra tendencia es el fenómeno “set-jetting”, donde la gente visita algún lugar basándose en programas de televisión o películas como Emily in Paris, u otros. Aunque uno siempre quiere tener un viaje perfecto, en ocasiones lo atractivo a la vista no suele ser como te ocurrirá a ti, es así como de un destino soñado comienza a decirse que son lugares infravalorados del mundo.