La crisis generada por el Covid-19 complicó la productividad en todo el mundo. La imposición de estrictas medidas de aislamiento social, hizo que empresas y organizaciones enfrentaran, de manera urgente, dos importantes retos: mantener siempre disponible la operación y garantizar el acceso remoto a la información.
“Su respuesta se tradujo en la aceleración de la transformación digital y en la incorporación de nuevas prácticas con respecto a procesos, gente y tecnología. Fue así como el teletrabajo, la educación virtual, la telemedicina y el comercio electrónico, dejaron de ser una alternativa y se convirtieron en las herramientas del día a día”, explica Diego Jiménez, Líder Regional de Producto de IFX Networks.
Beneficios claves
La computación en la nube confirmó, entonces, ser el camino a seguir. Importantes beneficios como: ubicuidad, seguridad de la información, optimización de presupuestos e inversiones; lo mismo que un crecimiento ágil, de acuerdo con la necesidad del negocio, así lo demostraron.
En concepto de Diego Jiménez, una breve explicación de lo que representa cada uno de estos beneficios, facilita entender por qué la tecnología cloud se convirtió en el mejor aliado en tiempos de pandemia:
Ubicuidad. No importa dónde esté la empresa u organización, ni tampoco sus colaboradores. Si cuentan con acceso a internet y una estrategia de conexión segura, pueden dirigirse a la nube y consumir los servicios y aplicaciones que requieran para desarrollar sus actividades.
Seguridad de la información. Está garantizada con base en arquitecturas robustas que soportan ambientes de nube y en la cual los CSP (Cloud Service Providers) cuentan con toda la tecnología para tener ambientes confiables y seguros que generen tranquilidad.
Optimización de presupuestos e inversiones. Pasar del modelo Capex (gastos de capital) al de Opex (gastos operacionales) asegura una optimización de inversiones y activos fijos, lo mismo que una rápida implementación. Las alternativas de Cloud como servicio evitan grandes inversiones y minimizan los efectos de la obsolescencia tecnológica.
Crecimientos ágiles de acuerdo con la necesidad del negocio. Cada empresa debe crecer de acuerdo con sus necesidades. Migrar a la nube permite usar lo que se requiere. No es necesario sobredimensionar las capacidades, como sí puede ocurrir en los ambientes tradicionales.
¿Qué tipo de nube conviene más?
Una vez se tienen claros los beneficios, la decisión que sigue es cuál de las tres clases de nube que existen: públicas, privadas e híbridas, es la más conveniente para una organización.
La nube pública se basa en el modelo estándar en el que servidores y almacenamiento son suministrados por un proveedor de servicios. Éste los administra y ofrece a través de internet. El cliente paga únicamente por lo que consume.
En la nube privada o corporativa los recursos antes citados son utilizados exclusivamente por una empresa (ya sea en sus propias instalaciones o fuera de ellas). La nube híbrida, por su parte, es una combinación de las dos anteriores.
Las tres modalidades manejan ventajas y beneficios específicos. Un buen proveedor de servicios en la nube siempre aconsejará lo mejor para una empresa, dependiendo de sus características y necesidades.
¿Cómo migrar en forma adecuada?
La migración de aplicaciones y datos a la nube es un proceso que debe realizarse en forma planeada y teniendo en cuenta todos los factores que intervienen. El objetivo es conocer la naturaleza de las aplicaciones utilizadas, los responsables de su manejo y los datos que son procesados por dichas aplicaciones. Esto permite dimensionar su impacto en el negocio y determinar la estrategia que se debe desarrollar.
“Lo primero es contar con un aliado que tenga muy buena experiencia en este proceso. Por eso es importante verificar que tenga servicios profesionales y conectividad propia. Esto ayudará considerablemente en términos de gastos y tiempos a la hora de realizar la migración”, indica Diego Jiménez.
“En lo que tiene que ver con fabricantes y aplicaciones, la sugerencia es conocer las buenas prácticas que cada uno recomienda para llevar a cabo este proceso. Muchas veces migrar es tan sencillo como activar una funcionalidad. De igual forma, si surgen problemas con las plataformas actuales, lo ideal es realizar una migración limpia. Esta consiste en aprovisionar la infraestructura de cero e implementar las aplicaciones; lo mismo que migrar la información para no subir errores locales a la nube”, concluye el especialista de IFX Networks.
En este contexto, es importante destacar la Encuesta de Computación en la Nube 2020. Realizada por IDG, comprende las respuestas de 551 compradores de tecnología. Una de sus conclusiones es que el 59% de los encuestados dijo que sus organizaciones planean usar servicios en la nube dentro de los próximos 18 meses. Entre tanto, un 38% confirma ya estar en la nube.
Reconocido como uno de los principales Proveedores de Servicios Administrados de la región, IFX Networks acredita 22 años de experiencia, opera en 18 países, cuenta con 15 centros de datos, atiende a más de 2.500 clientes y cuenta con la nube público-privada más extensa de la región. Su infraestructura y amplia experiencia en procesos de migración, garantizan a empresas, organizaciones y entidades gubernamentales, una exitosa transición a la nube.