El archipiélago de Pernambuco alberga cientos de especies marinas.
Sabemos que el litoral brasileño es gigantesco, con sus más de 7.000 km de costa y, con tantas playas, abundan los lugares perfectos para practicar deportes acuáticos. Sin embargo, hay que alejarse un poco del continente para conocer la verdadera magia de la costa brasileña, en Fernando de Noronha. Sus hermosas playas y olas que rompen como en pocos lugares del mundo hacen que este archipiélago esté en la lista de viajes soñados de 10 entre cada 10 viajeros.
Noronha queda a 350 km de la costa de Pernambuco, y es un paraíso para los surfistas, para los amantes de hermosas playas y de naturaleza exuberante y salvaje. El archipiélago cuenta con 21 islas y decenas de piscinas naturales, con coloridos peces y densos corales. Sus formaciones rocosas tienen origen volcánico, emergiendo de milenarias cadenas montañosas submarinas. Noronha es la isla principal y la más grande del archipiélago, representando más del 90% de su territorio.
Sin duda, las playas son un espectáculo inolvidable, por sus aguas profundas, protegidas por las rocas verdes de las islas, que garantizan la tranquilidad de las olas y un color verde esmeralda único. Aparentemente, las corrientes marinas se pusieron de acuerdo para regalarle a Noronha una temperatura del mar ideal que permite practicar buceo durante todo el año.
En la isla principal están algunas de las mejores atracciones, como la playa de Sancho y la Baía dos Porcos, escogida varias veces como la más hermosa del país. Además, en Cacimba do Padre los surfistas encuentran las mejores olas, con una vista imponente del Mar de Dentro (área que queda frente a la costa brasileña). En la zona del Mar de Fora están los mejores puntos de buceo del archipiélago: Praia do Porto y Atalaia. Si quieres ver tortugas marinas, te recomendamos visitar Praia do Leão, mientras que el mejor mirador para ver delfines es, claro, la hermosa Baía dos Golfinhos.
Otros detalles
No se puede pasar por la isla sin ir a la playa de Sancho, cuyo único acceso es por una escalera escondida en la grieta de un acantilado, con horarios de subida y bajada fijos, para evitar el tráfico excesivo de visitantes. Lo ideal es llegar muy temprano, alrededor de las 8 am, e irse a la próxima visita también temprano, cerca de las 10:30 am, evitando la aglomeración de turistas. La popularidad de la playa es merecida, ya que está enmarcada por un altísimo acantilado que la aísla totalmente de la civilización. Y si quieres verla desde otra perspectiva, un paseo en barco te llevará a descubrir las maravillas de la costa norte de la isla principal, para después disfrutar de momentos inolvidables nadando, descansando y buceando en la playa más encantadora de este paraíso.
La Baía dos Golfinhos recibió ese nombre por una razón muy simpática: se pueden ver allí grupos de delfines casi todos los días, cuando entran a la bahía temprano para cazar. No se puede bajar hasta la orilla, y ni siquiera los barcos pueden acercarse mucho, pero hay una plataforma desde la cual tendrás una vista fantástica.
Baía dos Porcos es perfecta para hacer snorkel, y se puede llegar por las rocas que hay entre ella y la playa de Cacimba do Padre. Aunque la franja de arena es pequeña, el azul extraordinario del agua con las olas rompiendo contra las rocas hace que sea uno de los paisajes más maravillosos de Noronha. Tampoco puedes perderte la playa Cacimba do Padre, una de las más extensas de la isla. Está protegida por enormes rocas, que vigilan a los surfistas desafiando las altas olas del Atlántico bajo la atenta mirada del Morro Dois Irmãos. Un paisaje espectacular con una buena infraestructura turística, cuyo restaurante también arrienda sillas de playa y quitasoles.
La gran preocupación con la protección ambiental determina que, si quieres bucear en la playa de Atalaia, por ejemplo, debes ir como parte de un tour autorizado. Así, los cientos de especies de peces que aquí viven están protegidos. La playa del Leão es el principal punto de desove de tortugas de la isla, por eso debes tener mucho cuidado al pisar la arena. Solo puedes quedarte hasta las 6 pm, porque después toda el área les pertenece a los animales, y es donde el Proyecto Tamar trabaja para preservarlos.