Hace 125 años Nettie Honeyball, activista de los derechos de la mujer, formó el primer equipo de fútbol femenino en Inglaterra robándole el privilegio a los varones, quienes para ese entonces ostentaban la exclusividad en este deporte, así como en muchas otras actividades.
Su objetivo era demostrar que ellas también podían ocupar un rol importante en la sociedad y estar “a la altura” de los hombres, que por fuerza corporal y costumbres, tenían muchas más oportunidades.
Desde siempre a la mujer se le ha dicho qué debe hacer y cómo. “Siéntate bien”, “Las señoritas no dicen malas palabras”, “No grites, no pelees; compórtate como una dama”. Esto mismo se ve replicado en el deporte, ya que por alguna extraña razón, no importa qué tanto el hombre y mujer compartan la misma fisiología; las artes marciales, el motocross, boxeo, rugby, fútbol, entre otros tantos, son aún concebidos y aceptados como especialidad de los HOMBRES. El ser ruda, interesarse por las motos o llenarse de barro está fuera de las “reglas” de la feminidad.
Sin embargo, a una semana de dar inicio al mundial de fútbol femenino, es visible que esas épocas van quedando atrás. El avance de la mujer en todos los aspectos sociales y su lucha constante por derribar la desigualdad siguen dando sus frutos, aunque todavía quedan secuelas de prejuicios pasados.
Según una encuesta que realizó la dating app AdoptaUnMan a cerca de 600 colombianas, un 74% no ha realizado jamás un deporte considerado “masculino”. No obstante, al 49% le encanta el fútbol y a un 51% le parecería un “planzazo” juntarse con sus amigas para “un picadito”. Por otro lado, la gran mayoría, el 82%, cree que sería una muy buena idea realizar deportes mixtos.
“Los intereses propios nunca vienen de sí mismo, siempre están afectados por la influencia exterior. En esto no sólo influyen las creencias familiares, sino también tu grupo de amigos, lo que pasan por la televisión, lo que te enseñan cuando creces en el colegio, la publicidad que empapela toda la ciudad, entre otros factores”, explica Rocío Cardosa, Project Manager de la plataforma que busca invertir los roles y darle el poder a la mujer.