Después de años de expectativa, y una cantidad considerable de publicidad, las redes inalámbricas de quinta generación (5G) finalmente se están convirtiendo en una realidad. La tecnología 5G podría afectar nuestras vidas de manera más espectacular que cualquier cambio tecnológico desde la propia Internet, ya que nos permite alcanzar el potencial de un mundo completamente conectado.
¿Las razones? Velocidad, baja latencia y ubicuidad
Las redes maduras 5G funcionarán a frecuencias más altas y distancias más cortas que 4G, valiéndose de una densa infraestructura de «torres» del tamaño de cajas de zapatos situadas cada cientos de pies solamente. Eso les permite admitir miles de millones de dispositivos, casi sin latencia, a velocidades hasta 20 veces más rápidas que 4G. Las antenas 5G también consumen menos energía, lo que hace que el protocolo sea mejor para conectar dispositivos pequeños de Internet de las Cosas (IoT) que funcionan con baterías.
Como tecnología habilitadora, 5G podría afectar nuestras vidas de cinco maneras fundamentales.
1. Ciudades inteligentes
Según la Liga Nacional de Ciudades, dos tercios de los municipios de Estados Unidos han invertido en la tecnología para ciudades inteligentes. Por ejemplo, San Diego instaló sistemas de iluminación inteligente que se atenúan automáticamente cuando no hay nadie cerca, lo que ahorra casi US$2 millones al año en costos de electricidad. Pittsburgh está reemplazando 36.000 farolas por LEDs que contienen sensores para monitorear la calidad del aire. South Bend, Indiana, instaló sensores dentro de las tapas de las bocas de alcantarilla que redirigen el flujo de agua cuando los niveles suben demasiado. Por su parte, después de instalar micrófonos de detección de disparos en vecindarios con alto índice de delincuencia, San Francisco reportó una disminución del 35 por ciento en los incidentes donde ocurrieron los disparos.
La actualización a 5G permitirá a las ciudades manejar más datos de millones de dispositivos IoT e instalar sensores de bajo uso de energía que pueden durar años sin necesidad de reemplazo. Esto ampliará su capacidad para administrar de manera inteligente la circulación de vehículos, la calidad del aire, el uso de la energía, la seguridad pública y más. Un informe de Accenture Strategy de 2017 predice que el uso de redes 5G para administrar el tráfico y la energía podría ahorrar a las ciudades US$160.000 millones.
2. El mundo del trabajo
Quizás el impacto más amplio de 5G esté en dispositivos IoT industriales y comerciales. Las balizas de ubicación ya transforman la forma en que las mercancías pasan del inventario al envío y la entrega. ABI Research predice que más de 500 millones de objetos serán rastreados para 2023. La agricultura de precisión utiliza sensores en la tierra y cámaras desde el aire para identificar enfermedades en los cultivos, determinar cuándo regar y reducir el uso de pesticidas. Las fábricas inteligentes instalan robots conectados para automatizar trabajos peligrosos y/o repetitivos.
Todos estos cambios aumentarán exponencialmente una vez que las redes inalámbricas ultrarrápidas estén instaladas, con capacidad para aproximadamente 125.000 millones de dispositivos IoT para 2030.
«IoT será un importante impulsor de lo que se conocerá como ‘la cuarta revolución industrial'», dice Greg Bollella, vicepresidente de VMware en la oficina del CTO.
3. Autos sin conductor
Según la Administración Nacional de Tráfico en Carreteras, casi el 95 por ciento de los accidentes de tráfico son causados por errores humanos. Quitar del volante a las personas podría salvar hasta 1.25 millones de vidas cada año.
Pero para que los autos sin conductor sean completamente autónomos, deberán comunicarse con los autos que los rodean para evitar accidentes y minimizar la congestión. Deberán hablar con los sensores integrados en los semáforos, las señales de tráfico y el pavimento para navegar de manera más segura. Y necesitarán obtener respuestas al instante, que es donde intervienen las redes 5G de baja latencia.
«Solo las redes rápidas, como 5G, pueden aceptar latencias de milisegundos», señala el Dr. Kevin Curran, profesor de la Universidad de Ulster en Irlanda del Norte, y líder de grupo para el Grupo de investigación de inteligencia ambiental. «No falta mucho para que los vehículos sin conductor compartan nuestras carreteras y un día lleguen a predominar en ellas, pero primero debemos invertir en la infraestructura».
Una vez instalada la infraestructura para circulación sin conductor, las calles pudieran volverse menos congestionadas y el aire menos contaminado. Con vehículos totalmente autónomos, menos personas tendrán autos propios y compartir el viaje podría volverse algo más común. El Boston Consulting Group predice que esto reducirá en un 60 por ciento la cantidad de vehículos en las calles de la ciudad y las emisiones de los tubos de escape en un 80 por ciento.
4. Telemedicina
Las visitas al consultorio del médico pueden llegar a ser tan raras como las visitas a domicilio, gracias a las visitas virtuales que las redes inalámbricas de baja latencia y calidad HD harán posibles. Los dispositivos médicos portátiles o implantados capturarán sus signos vitales y los transmitirán a los proveedores de atención médica, permitiéndoles así detectar signos de alerta temprana de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares u otros eventos que ponen en peligro la vida.
«5G abrirá la puerta a importantes acontecimientos en medicina personalizada, en cualquier lugar y en cualquier momento», dice el Dr. David Teece, profesor de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de Berkeley.
Las redes inalámbricas de alta velocidad también permitirán la telecirugía, en la cual los especialistas situados en un hospital controlarán los equipos en otra instalación situada a cientos de kilómetros de distancia. Ese día puede estar más cerca de lo que usted cree. En enero, un cirujano en China que se encontraba a 30 millas de distancia, extrajo con éxito una parte del hígado de un cerdo utilizando una conexión 5G.
5. Espacios virtuales
Gracias al alto ancho de banda y la baja latencia de 5G, la realidad aumentada y virtual podría finalmente convertirse en una realidad práctica. Las aplicaciones de telepresencia con realidad virtual permitirán a los colegas en ciudades distantes trabajar «lado a lado», o a los fanáticos de los deportes experimentar el rugido de la multitud en el Super Bowl desde la comodidad de sus sofás. Prácticamente, podremos recorrer las zonas comerciales de Tokio durante las pausas para el almuerzo y recibir los productos en nuestros hogares.
Todos estos cambios no sucederán de la noche a la mañana. Aunque los principales operadores ya están ocupados instalando versiones limitadas de 5G en ciudades de todo el mundo, los dispositivos capaces de acceder a las redes 5G están ahora empezando a aparecer, y aún faltan varios años para las implementaciones de velocidad ultra alta.
A 4G le tomó 10 años convertirse en la tecnología celular predominante, y 5G podría demorar aún más. Pero una vez plenamente establecida, nos preguntaremos cómo hemos podido vivir sin ella.