Al igual que lavar y aspirar el carro, otros procedimientos como la eliminación de microorganismos que se acumulan en el interior del automóvil, deben realizarse de forma periódica para evitar enfermedades que afectan la salud del ser humano.
Boronas y líquidos que se dejan caer accidentalmente o desechos como servilletas, vasos o paquetes que se olvidan en el vehículo, se convierten en elementos que crean ambientes favorables para que bacterias, hongos y virus se conserven en el interior, y generen alergias o infecciones pulmonares.
Algunas de las señales que no deben pasar desapercibidas y permiten identificar que el aire del auto puede estar contaminado son: picazón en la nariz, ardor en los ojos, estornudar, toser o sentir mal olor cuando se utiliza la calefacción o aire acondicionado.
Si bien, lavar el carro o aspirarlo de forma periódica extrae la suciedad y parte de la contaminación, estos procedimientos no eliminan el problema de raíz. Utilizar aerosoles o ambientadores tampoco es una solución, debido a que son aromatizantes y los gérmenes no mueren con el uso de este tipo de productos.
Una solución al problema
Un estudio de la GAP Enviromicrobial Services evidencia que un carro puede acumular “hasta 17.000 bacterias más que una casa”. Otra investigación de la Universidad de Aston, en el Reino Unido, revela que “en un vehículo promedio se pueden encontrar hasta 283 diferentes tipos de bacterias por cada centímetro cuadrado”.
En Colombia, la empresa Airlife, especialista en la purificación del aire con más de 25 años de experiencia, ha desarrollado una tecnología que pone fin a la acumulación de gérmenes en el aire de los automóviles.
“El equipo Airlife Transport se conecta por 20 minutos a la toma de corriente de 12V del carro, este se encarga de catalizar y tomar los fragmentos del aire transformándolo para que se interrumpa la integridad física de los microorganismos y mueran; el procedimiento elimina hasta el 99,9% de los gérmenes”, comenta Laura Restrepo, bióloga y directora del departamento de Investigación y desarrollo de Airlife en Colombia.
Por tratarse de un sistema 100% eléctrico que modifica el aire y lo convierte en Especies Reactivas de Oxígeno (ROS), a diferencia de productos químicos y del ozono – uso no recomendable para ambientes habitados por personas- no tiene efectos secundarios que pueden generar molestias después de su aplicación.
La experta también recomienda: “se debe realizar el procedimiento cada tres meses como método de eliminación y también de prevención para que las bacterias y otros microorganismos no se acumulen y se conviertan en fuente de enfermedades para las personas que utilicen el vehículo”. También, hace énfasis en que “lavar y aspirar de forma frecuente es necesario para mantener una limpieza general del automotor.”
La compañía tiene en el país más de 440 equipos instalados, los cuales se encuentran en los talleres de la red de concesionarios autorizados de todas las marcas. Un servicio de Airlife cuesta, en promedio, $90.000 mil pesos más IVA.
Internacionalmente, la tecnología Airlife ha sido certificada tanto en resultados, diseño y fabricación por más de 40 estudios globales como los de FSPT en Estados Unidos y L&T en Chile, los cuales demuestran la eficacia de la tecnología en el control de virus y gérmenes.
Para conocer la red de concesionarios autorizados que prestan el servicio AirLife en Colombia visite: www.airlife.com.co