Empresas como Tigo han tenido que gastar más de $4.600 millones para reponer los equipos robados en el último año.
Los mayores afectados por el flagelo del hurto de elementos que permiten la conectividad son los usuarios. De acuerdo con estimaciones de Tigo, los usuarios pierden cerca de 29 horas de conexión al año por cuenta de robos de la red de cobre. El mismo análisis reveló que una reconexión de servicios tarda entre 5 y 13 horas, dependiendo de la gravedad de los daños causado por el robo.
Las cifras en 2019 no son alentadoras. En lo corrido las redes de Tigo sufrieron 2.718 afectaciones por hurto de infraestructura. El cable de cobre y la fibra óptica siguen siendo los elementos más buscados por los asaltantes. Sumado a esto, los grupos delictivos también buscan equipos como baterías, tarjetas inteligentes, aires acondicionados; entre otros.
“La delincuencia ha encontrado en los elementos de red y soporte, que facilitan la conexión en hogares y empresas, una fuente de ingresos, puesto que estos equipos tienen alta demanda en los mercados ilegales”, explica Teresa Reyes, vicepresidenta de Operaciones de Tigo.
De acuerdo con estimaciones realizadas por Tigo, es necesario invertir anualmente cerca de 4.600 millones de pesos para reponer y reparar las redes que se ven afectadas por hurtos. “Estos recursos podrían ser invertidos en el despliegue de nuevas redes que ayudarían a conectar a más empresas y consumidores en todo el país”, señaló Teresa Reyes.
Para la operación de Tigo, las ciudades más afectadas por el hurto de elementos de conectividad son Medellín, Bogotá, Cartagena y Barranquilla. En los últimos años, los operadores han detectado que esta práctica delictiva incrementó; aumentando así también la afectación a los clientes de servicios de telecomunicaciones. La tendencia, de acuerdo con expertos de seguridad, es que se han comenzado a estructurar organizaciones delictivas que utilizan técnicas y equipamientos más especializados para realizar los hurtos a mayor escala.
“Vale destacar que una de las problemáticas que más se repite es que los delincuentes están atentos a las reparaciones y reposiciones que hacen las compañías para restablecer el servicio. Hemos registrado casos en los que reponemos cables y baterías y a las dos horas se repite el hurto”, señaló Teresa Reyes.
Ante esto, empresas como Tigo han optado por la actualización de las redes. “De acuerdo con la capacidad que tengamos, pasamos las redes de cobre a otras tecnologías que ayudan a prevenir los robos. Sin embargo, esta decisión implica un tiempo mayor de respuesta de cara a los usuarios”, concluyó Reyes.
¿Qué se puede hacer?
Las comunidades cercanas a los sitios donde está la infraestructura juegan un papel fundamental para enfrentar este flagelo. Compartimos estas recomendaciones:
1. En el momento en que una empresa de telecomunicaciones realiza un ajuste a la infraestructura en calle, los vehículos en los que se transportan los equipos y el personal están identificados con los logos de la compañía.
2. El personal técnico debe estar debidamente uniformado y portar identificaciones en un lugar visible.
3. En los sitios en los que se desarrollan los distintos trabajos se realiza una demarcación o cerramiento con cintas y conos.
4. En casos en los que el servicio será suspendido por trabajos de mantenimiento, mejoras u otros trabajos en la red, la compañía informa a los usuarios del sector involucrado.
5. En caso de identificar anomalías relacionadas con la red de Tigo, las personas se pueden comunicar a la línea 018000514170 desde cualquier lugar de Colombia y sin costo. En esta línea pueden validar la identidad de los técnicos y hacer denuncias de hurto de infraestructura, conexiones ilegales o conductas irregulares. Así mismo, Tigo tiene disponible la Línea Ética 01 8000 521100 y el correo linea-etica@tigo.com.co.
6. Las personas también pueden comunicarse con los números de la Policía Nacional, de acuerdo con su ubicación.
¿Qué hace un operador ante un hurto?
• Reposición de equipos y restablecimiento del servicio.
• Análisis de la situación ante la reincidencia y decisión de migrar a tecnología de fibra óptica.
• Contacto con los clientes afectados.
• Reajuste de facturación.
• Denuncias presentadas ante la Fiscalía General de la Nación.
• Acercamiento con autoridades para concientizarlos sobre las afectaciones que representa el hurto de infraestructura en las comunidades.